Mi paseo por Guatemaya fue una experiencia encantadora; no sólo porque siempre disfruto mucho los colores, las texturas y las formas de muchas de las artesanías guatemaltecas, sino porque las conversaciones con las personas que participaron fueron muy agradables.
Y, ¡Chispas!, ya se me había olvidado hacer esta entrada.
Además, me quedé un rato a la conversación con la diseñadora Donna Karan, y eso fue tiempo bien invertido. Me gusta su perspectiva empresarial, audaz y empática con las artesanías.
Guatemaya Artesanal 2019 es una iniciativa de numerosas organizaciones y personas, -Pacunam y Couturelab Coalition, para mencionar dos- cuyo propósito es vincular las artesanías guatemaltecas con iniciativas sostenibles de diseño y confexión de base artesanal a nivel mundial. El reto es cumplir con los requerimientos de los mercados -siempre cambiantes, siempre en evolución- sin perder las técnicas y las tradiciones que muchas veces tienen raíces milenarias y raíces culturales profundas.
Desde niño aprendí a valorar los textiles y artesanías guatemaltecas porque mi bisabuela, Adela; y mi abuela, Frances, las integraban en sus vidas, principalmente en sus ropas. Ambas integraban textiles tradicionales en sus ropas occidentales cuando aquello no estaba de moda. Si uno ponía atención, ese tipo de contrastes culturales los hallaba uno en otros aspectos de sus vidas. Mi mux, por ejemplo, está enterrado en la que fuera la casa de mi abuela.
La exhibición y la serie de conferencias fueron en la Plaza de la libertad y en el Auditorium Juan Bautista Gutiérrez, de la Universidad Francisco Marroquín.
Entre los participantes locales se contó con Violeta Gutiérrez y Barbara Knoke, así como con Coralia Anchisi y Carlos Chaclán. Eduardo Figueroa e Isabella Springmühl entre otros. Entre los participantes extranjeros se contó con Livia Firth, Carmen Busquets, Donna Karan, Steven Kolb, Cynthia Lawson y Naeem Khan, entre otros.
