La lluvia de ayer fue como pocas. Cuando yo iba por la Calle Real de la Villa de Guadalupe, el lado que va hacia el Sur estaba anegado hasta el punto de que los autos se movían sólo por el carril del Este. Pero lo mejor estaba por venir; porque cuando entré hacia el Instituto la Asunción un chorro de agua gigantesco parecía estar siendo expelido del pavimento. Al acercarme noté que el agua salía disparada de un desagüe y que una tapadera de metal bailaba a causa de la fuerza del agua. La presión elevaba el agua como a unos cuatro metros de altura y el hedor era muy desagradable. ¿Cuántos daños debe haber causado el agua de ayer? Me cuentan que en la Calzada Roosevelt el tránsito mejor se detuvo del todo y que allá cayó granizo de tamaño considerable.
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This entry was posted on jueves, septiembre 23rd, 2010 at 10:05 am and is filed under naturaleza.
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