OLa Policía Nacional Civil salvó a Joviel Acevedo, dirigente de los burócratas de la educación, de ser linchado, o por lo menos vapuleado por un grupo de habitantes de Santa Catalina La tinta, en Alta Verapaz, luego de que supuestamente atropelló a un ciclista. Haz clic en la foto para ver el vídeo.
En este espacio, en Carpe Diem, no hay respecto alguno por lo que representa Acevedo y por la forma en que actúa en sus funciones como dirigente magisterial; pero dicho lo anterior, es muy preocupante lo que le ocurrió. ¡Es que la gente es un barril de pólvora! y pareciera que la mara está a punto de vapulear, o linchar en cuanto se de la ocasión.
Esa disposición hace peligroso viajar por Guatemala. El peligro de los posibles estallidos de violencia se suma a los peligros que presentan las carreteras deterioradas.
Cuando leí la noticia me acordé que el sobrino de una amiga estuvo en una situación similar a la de Acevedo y su vida estuvo al borde frente a la irracionalidad, la ira y la demencial actitud de una turba. Me acordé de la pareja que fue quemada en Sumpango hace años y de los turistas japoneses que fueron linchados en Todos Santos.
En todo caso, ni siquiera un sujeto como Joviel Acevedo -que, ¿viajaba en un vehículo con placas oficiales?- debería correr peligro como aquel cuando ocurre un accidente en una carretera de Guatemala. Algo está muy podrido entre nosotros y, ¿te das cuenta de que puede ocurrirle a cualquiera?
La foto y el vídeo son de Eliú Nuila.