Desde anoche el volcán de Fuego está activo. En la oscuridad nos regaló un hermoso espectáculo de fuego y lava, de esos que a mí siempre me conmueven y emocionan.
Además, al leer algo de mi cuata Susette me di cuenta de que cuando veo la lava saliendo del volcán, y más cuando tengo la dicha de oírlo rugir, esa experiencia sensorial intensa me invita a una especie de estado meditativo. A la distancia, los volcanes activos invitan a pensar y a la introspección; igual que la lluvia.
Esta mañana, Fuego amanecío arrojando nubes espesas de cenizas y vapor, acompañado por la Luna hermosa y el volcán de Agua majestuoso.