Me enteré ayer, que hacía una pequeña investigación sobre los aguacates, de que la palabra aguacate viene del vocablo ahácatl y de que en náhuatl eso quiere decir testículos. Y bueno…viendo a estos dos, uno puede imaginarse por qué.
Los aguacates, por cierto, no son las únicas plantas que evocan testículos. Las orquídeas tomaron su nombre del vocablo
orchis, que en griego quiere decir, precisamente, testículo.
Mi primera memoria de aguacates la tengo mientras estaba sentado frente a mi padre en el restaurante del Hotel Casa Contenta, en Panajachel, cuando yo tenía unos 6 años de edad. Mi padre tomó mi mitad y su mitad, y las aderezó con una mezcla que hacía con salsa ketchup, jugo de limón, sal y salsa inglesa. Y yo me lo comí embelesado.
Ahora no me gusta con tanta cosa porque siento que todos esos condimentos anulan el sabor delicado de la fruta; y prefiero comer mis aguacates sólo con sal, o, cuando mucho, con un poco de pepitoria que en la casa preparan estupenda. Me vuelve loco el caldo de res, de gallina o de pollocon trozos de aguacate; y de verdad le aconsejo que, la próxima vez que coma
pizza, le ponga unas lascas de aguacate fresco inmediatamente antes de comer sus porciones.
Aunque la variedad comercial de aguactes más popular es la Haas, aguacates hay muchos. Los hay de La Antigua y de Pana; los hay de la costa y de altura; los hay de cascara delgada y de cáscara gruesa; de cáscara rugosa y de cáscara lisa, y los hay de cáscara verde claro, verde oscuro y casi negra; los hay pequeños y grandes; los hay esféricos y en forma de pera; los hay como mantequilla y los hay pitudos; los hay firmes y los hay aguosos.
Hay mujeres que dicen que los hombres somos como los aguacates…porque cuesta que salga uno bueno. Y a sabiendas de eso, cuando quiero aguacates buenos, voy y los compro en una tiendecita del Cantón 21, en la zona 14. Ahí nunca me fallan.
Mi abuelo Jorge tenía un aguacatal en su casa y cuenta mi madre que en temporada, él se subía y protegía sus frutos con bolsitas de papel Kraft, para que no se los comieran los pájaros. Con lo que no contaba es con que su aguacatal fue víctima del terremoto de 1976 porque, cuando se cayó la casa en la que estaba, el árbol fue derribado para construir una nueva vivienda.
La foto fue tomada en el
jardín que está afuera de mi oficina.
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This entry was posted on miércoles, agosto 5th, 2009 at 10:28 am and is filed under alimentos, comida típica guatemalteca, Jorge Jurado, orquídeas.
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Saludos Luís.Mi primer aguacate lo descubrí en Tenerife, en las Islas Canarias. Era todo un misterio y, para ponérmelo más difícil, el aguacate estaba aún verde. Duro como una piedra, y claro, ante tanta novedad y exotismo no sabía cómo abrirlo ni que comerme, si la carne o el hueso. Acabé por tirarlo a la basura. De eso hace casi treinta años, ahora ya forma parte de nuestra dieta diaria, dejó de ser un exotismo y por supuesto aprendí cual de las partes es la comestible.
Yo como el aguacate con la comida típica venezolana: la arepa.Es delicioso. Si tiene la oportunidad de visitar Venezuela, le recomiendo una arepa y acompañarla con aguacate.Al venezolano le encanta la traidicional "Arepa Reina Pepeada". Es una arepa rellena con muchas indumentarias entre las que resalta el aguacate. Personalmente, no soy un completo fanático, pero es bastante buena.Salud.