Hoy leo que el estado de Guatemala deberá pagar un resarcimiento de US$ 28 millones; y que a las autoridades les ha costado casi Q39 mil el mantenimiento de animales incautados. Pero tú sábes que eso no es cierto. Ese dinero ni le cuesta al estado, ni les cuesta a las autoridades. ¡Ojalá les costara a las presuntas autoridades!; pero no es así…te cuesta a tí porque ese dinero sale de los impuestos que te quitan los pipoldermos.
El primer pago es como consecuencia de que quienes ejercen el poder se arrogan la facultad de imponer precios al margen del mercado. Y en el primer pago en cuestión el Centro de Diferencias Relativas a Inversiones resolvió que los políticos chapines y sus funcionarios perjudicaron a una empresa de energía eléctrica. Ahora, en vez de que los usuarios de electricidad paguen el precio real de la energía que usaron, todos los chapines -hasta los que no tienen energía- pagarán el resarcimiento.
La segunda erogación es como consecuencia de que quienes ejercen el poder nos han involucrado en la guerra perdida contra las drogas para quedar bien con el gobierno de los Estados Unidos de América y con los sectores cachurecos más radicales. La guerra beneficia a los grupos de interés que dependen de la prohibición y del conflicto; pero cuesta vidas humanas y desperdicia recursos. No recursos de las autoridades; sino de los tributarios que somos a quienes se les quitan los impuestos necesarios para pagar lo que cuesta el mantenimiento de los animales incautados.
Así es como se desperdicia tu dinero y con razón no hay plata que les alcance a los políticos y sus funcionarios.
Esos animales se los deberían donar a personas anónimas que tengan los medios para cuidarlos y el gobierno usar el dinero de la alimentación para los hospitales públicos.
Es poco sabido que los soldados que cuidaban esos animales llegaron a comerse hasta tres gallos diarios porque no les llevaban alimentos, gallos de Q.1,000 cada uno !!