Confieso, con pena y vergüenza, que una vez le regalé una licuadora a mi mamá. ¡Pero juro que no lo volví hacer y prometo que no lo volveré a hacer! Eso fue cuando era patojo. Y bueno…ya sabes.
Hoy estoy viendo los anuncios de regalos sugeridos para los padres, en el Día del padre; y veo que la mayoría de ellos no son utilitarios como ocurre con las sugerencias para el Día de la madre. Digo, en el Día de la madre los anuncios ofrecen licuadoras, batidoras, lavadorasy otros objetos que son utilitarios y para hacer oficio. Y claro, son objetos necesarios para hacer el oficio más llevadero; pero no dejan de ser, principalmente, objetos para trabajar; y son impersonales.
No ocurre lo mismo con las sugerencias para los padres. Aunque abundan los anuncios de objetos utilitarios, como televisiones, equipos de sonido, cámaras fotográficas y otros, es más posible que alguien encuentre placer en recibir una cámara de vídeo, o un teatro en casa; que en recibir una secadora, o una aspiradora.
Claro que si uno no tiene lavadora automática, recibir una da mucho gusto; pero…¿tiene que ser en el Día de la madre. ¿Por qué es que a los padres se les obsequian cosas para el placer; y a las madres se les obsequian cosas para el oficio?
Yo soy muy malo para regalar cosas; la cabeza me da vueltas y vueltas para decidir qué obsequiar. En cambio mi hermano, Juan Carlos, tenía una solución fácil. A mi padre le regalaba díscos que a él le gustaban. Y santos en paz, aunque mi padre no supiera qué hacer con un disco de Earth, Wind and Fire, por ejemplo. En cambio, soy muy fácil para recibir: una buena botella de vino, un CD de música (pero no uno de película), o un par de calcetines chulos me ponen feliz como una perdíz.
Algo de los Beatles para mi papá y seguro le gusta, a mi abuela si le da placer que le regalen cosas para hacer oficio, es depende la persona. Saludos