A la ineptitud, incapacidad y corrupción de la administración de Los Colom-Torres/Espada no llegamos por casualidad. Llegamos por un largo camino que podría remontarse a hace 67 años; pero que, para efectos prácticos y generacionales, podemos trazar a partir de hace 25 años. Hasta aquí donde estamos no se llega ni por casualidad, ni de un día para otro. Y requiere de la abulia, o de la connivencia de muchos.
Y bueno, ¿cómo es que se llega a niveles impresionantes de corrupción, de incapacidad y de ineptitud? ¿Cómo es que se deterioran las instituciones? ¿Cómo es que la impunidad es la regla, y no la excepción? ¿Cómo es que la inseguridad ciudadana nos tiene arrinconados?
La respuesta es que hasta aquí hemos llegado luego de una historia de por lo menos 25 años en los que los intereses particulares han prevalecido sobre los derechos individuales; una historia de privilegios, una de mercantilismo y de estado benefactor, una de endeudamiento, de multiplicación del gasto público, y de pérdida del valor de nuestra moneda. Una larga historia de deterioro del ahorro y de poco crecimiento de la inversión productiva.
¿Cómo llegamos hasta aquí? La respuesta nos la da el cuate Alvaro Velásquez en su columna de hoy. Gustavo Porras en la administración de Arzú; Edgar Gutiérrez en la administración de Portillo; Eduardo Stein en la administración de Berger. Seguramente podemos encontrar sus pares en las administraciones de Colom, De León y Cerezo; pero lo que vemos es una continuidad de influencia importante del socialismo y de la exguerrilla en la historia política y económica de Guatemala.
Y cuando no es la exguerrilla la que ejerce su influencia, son grupos como el G40 que reune a ex ministros, ex presidentes del banco central y otros funcionarios que -siendo responsables de pasado- son responsables del presente.
¿Cómo, entonces, nos extraña que estemos como estamos? ¿Vamos a seguir en esa misma línea?
No hombre Luís, como se dice en méjico, no te hagás pendejo, muchos de esos funcionarios que marcás como intelectuales de izquierda, en muchos de los gobiernos en que participaron lo hicieron de adorno… ahora resulta que el gobierno de berger, fue socialista, no jodás! espabilate de esas taras ideológicas hombre!