Estafas: “Fuck off sir Martin!”

 

Hace años estaban de moda las estafas por email.  ¿Te acuerdas? Las había de funcionarios nigerianos y había otras modalidades.  Luego ya no supe de ellas, pero…

…en aquel tiempo una persona que conozco hizo dos pagos antes de contarme que iba a recibir un dinero y fui yo quien le tuvo que contar que había sido objeto de un timo.  ¿Víctima? No quise poner víctima por dos razones. Aquella persona es educada, leída y escribída.  La oferta en la que cayó tenía un olorón raro y era demasiado buena para ser real.  Creo que la ganaron la ambición y la ilusión del dinero fácil.

Ayer, en Twitter, vi la advertencia que ilustra esta entrada.

Desde la semana pasada, a mi Whastaap han estado llegando mensajes de teléfonos que no tengo registrados y tienen dos características en común: Tienen fotos de mujeres guapas y hacen comentarios, o preguntas genéricas como: ¿Te fuiste de vacaciones?, o ¿Cómo has estado?  Bloqueo uno de los números y escriben de otro.  No son muchos, pero es evidente que alguien está en eso.  Sospecho que han de ser los comienzos de alguna forma de fraude.

El miércoles recibí un email escueto de alguien que quería contactarme para hacerme una oferta.  Olí que era algo raro cuando vi que era un Gmail y el personaje firmaba con el título de Sir.  Sospecho, ¿por qué no?, que por ahí hay gente que se impresiona si le escribe un Sir británico. Decidí responderle con un Gracias, pero no me interesa, por ver qué onda. Pensé en simplemente no responder, pero mi Yo de 12 años quería saber qué ocurría si le contestaba.

A vuelta de Gmail recibí una nota larga que resumo: El remitente dice ser Martin Stewart director no-ejecutivo de una empresa británica de construcción que maneja cuentas de ahorro; y añade: le pido que mantenga la confidencialidad del contenido de este correo y que también respete la integridad de la información que está recibiendo. Me comuniqué con usted en privado y, como tal, nadie está al tanto de esta comunicación, por lo que quiero que nos comuniquemos estrictamente a través de nuestro correo electrónico privado. ¡Sólo no! Comparto estas historias porque creo que adultos mayores podrían ser víctimas potenciales de este tipo de engaños; y porque es chistoso.

Para hacer la historia corta el director no-ejecutivo asegura que uno de sus clientes -Edward Figueroa- dejó muchos millones de dólares depositados y que ese cliente murió en Ucrania, sin familia, durante la invasión rusa.

Está claro ahora nuestro querido cliente murió sin un familiar identificable conocido. De acuerdo con la práctica en el sector de la banca privada, se emitirá a fines de este año una solicitud de declaración de reclamo al [nombre del banco británico], y al no recibir reclamos viables, probablemente revertirán el depósito a la gerencia del [nombre del banco británico] Esto dará como resultado que el dinero entre en el sistema contable de [nombre del banco británico] y la cartera estará fuera de mis manos, dice sir Martin.

El Gmail explica que como tengo el mismo apellido que el cliente difunto y si accedo a la popuesta del director no-ejecutivo, podríamos quedarnos con la plata a razón de 40% para Stewart y 60% para Miguel. Sólo falta que Johnny diga que sí y sir Martin me compartirá la información relevante para continuar con el bisne.  Mi yo de 12 años quiere contestar que Sí; pero mi yo de 62 no tiene tiempo para esas cosas. 

En eso me acordé del caso con el que inicié estas líneas y pensé que si con esta entrada evito que una persona -por ignorancia, o por ambición- caiga en un estafa de estas, habrá valido la pena escribir esta nota. Fuck off, sir Martin!

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