El mercado es maravilloso, causa admiración y asombro. Uno de los primeros productos que escasearon durante los encierros forzados de 2020 fue el Lysol, seguramente porque tiene muy buena reputación como desinfectante.
Y mira…el Lysol gringo desapareció del mercado, seguramente por la demanda altísima y por las dificultades de transporte y distribución no sólo durante los encierros forzados, sino como consecuencia de la crisis de contenedores. Y ahí está que como es un producto muy requerido por los consumidores y valorado, aunque no haya Lysol gringo, he conseguido Lysol francés. Traído desde Europa, pero traído. Los actores en el mercado, si se los deja en libertad, no dejan de abastecer a su clientela y le encuentran solución a la escasez y a otras dificultades.
Yo uso ese producto desde los años 70 y -aunque lamento mucho que ya no venga en su aroma original desde hace años- todavía confío en él y me gusta.
¿Sábes que me llama la atención? Que los botes franceses son así como vintage. Mi opinión, sin ningún fundamento científico, es que el mercado europeo es mas sencillo en sus requerimientos estéticos para este tipo de productos que el mercado gringo. De ahí que el diseño del bote de Lysol gringo sea más cuidadoso que el del europeo, o por lo menos que de el francés.