El proyecto de presupuesto que llegó al Congreso mediante el Ministerio de Finanzas Públicas contemplaba asignaciones a organizaciones identificadas como no gubernamentales -que en realidad no lo son del todo- en el orden de Q2 mil 856 millones 424 mil 897; y lo aprobado por el Congrso fue de Q2 mil 909 millones 375 mil 324, es decir un aumento de Q52 millones 950 mil 427.
Yo digo que las organizaciones que reciben dinero ajeno tomado por la fuerza mediante el uso del poder político en manos del gobierno no son no gubernamentales. En el mundo de las llamadas ONG hay organizaciones privadas voluntarias de servicio que son legítimamente privadas y voluntarias; pero aquellas organizaciones cuya existencia depende de que los políticos y burócratas usen el poder coercitivo del estado para repartirles el dinero que involuntariamente entregan los tributarios, deberían tener una categoría propia.
En un reportaje publicado el viernes, en la página 6 de Prensa Libre, se ven listas de organizaciones de salud y de educación que reciben dinero tomado a los tributarios; pero sería muy valioso conocer, también, las organizaciones activistas e incluso políticas que reciben iguales tajadas del pastel tributario. ¿Qué otros intereses específicos y particulares -ajenos ala voluntad de los tributarios- reciben dinero de impuestos? ¿Cuantos directivos de organizaciones disfrazadas de ONG viven del dinero de los tributarios? ¿Cuántos intereses perjudiciales para los tributarios son financiados con dinero de impuestos?
En aras de la transparencia, las ONG que no son no gubernamentales (por recibir dinero que el gobierno les ha quitado a los tributarios) deberían tener un nombre que no confunda y que muestre su verdadera naturaleza, que es, por lo menos, mixta.
Esta entrada no enjuicia, ni pone en duda las buenas obras que algunas de aquellas organizaciones hagan -y las hay muy buenas-. Lo que cuestiona es la falta de transparencia en cuanto a que, en realidad, no son organizaciones privadas voluntarias de servicio, sino que existen gracias a favores políticos.