El cielo de julio ha sido una maravilla. Venus, Saturno y Marte han alegrado las noches; también Antares (mi estrella favorita). Los rayos crepusculares han estado bellísimos. No es temporada de celajes; pero los ha habido estupendos y las tempestades han estado magníficas.
Esta es parte de la tempestad de ayer que ese una de las más espectaculares que he visto; sumada a que -aunque mi teléfono no lo capta- el volcán Pacaya estaba manando lava.
El sábado, al atardecer, Venus se lució en el cielo del Oeste sobre los celajes y sobre lo que se veía del volcán de Agua
Esa misma tarde, pero un poco antes, los rayos crepusculares engalanaron el cielo sobre la ciudad.
Julio no es el mejor mes para ver los volcanes, así que el momento en que pude atisbarlos fue de ser aprovechado.
Que buenas fotos, hacen olvidar por un momento lo que pasa abajo