Las compañías mineras internacionales están aprendiendo que, cuando las reglas de participación son turbias, es posible que tengan que hacer algo más que seguir la línea legal para garantizar operaciones, dice un artículo de Marc Margolis en Bloomberg View sobre la minería en Guatemala con relación a la mina El escobal (San Rafael).
¿Quién es Marc Margolis? Escribe sobre América Latina para Bloomberg View, fue reportero de Newsweek y es autor de The Last New World: The Conquest of the Amazon Frontier. ¿Quién es Bloomberg View? Es una división editorial de Bloomberg News que se lanzó en mayo de 2011 y proporciona contenido de columnistas, autores y editores sobre temas de noticias actuales.
¿Cuál es mi punto? Gracias a la irresponsablilidad y a la dictadura de facto de los magistrados de la Corte de Constitucionalidad que no terminan de resolver sobre el conflicto minero; y gracias a los activistas políticos coléricos, e incluso “grupos criminales” que están usando los tribunales para frustrar a los inversionistas extranjeros, se está dispersando -por todo el mundo de los negocios- la noticia de que no es buena idea invertir en Guatemala. A aquello añádele la corrupción, la falta de infraestructura, la inseguridad y la inestabilidad política. ¡Guatemala está de vuelta en los años 80! ¿Y cómo se le conoce a esa década? La década perdida.
A veces, tengo la impresión de que ¿cuándo no es una década perdida en Guatemala?
Mientras que los políticos y burócratas gastan millones de dólares en tetúntes como la Política Nacional de Competitividad 2018–2032 (para servir al mercantilismo criollo y a las burocrácias internacionales) y gastan miles de dólares en viajes para participar en ferias y comer esturión con inversionistas potenciales (de esos que acaban de leer la nota de Bloomberg), la realidad chapina se impone. Ni las autoridades, ni los tribunales son capaces de proteger la propiedad y las inversiones; y cualquier grupo de interés inescrupuloso, dispuesto a usar la violencia, puede parar el proyecto que le de la gana.
Por lo pronto, la minera San Rafael hace bien en demandar investigación sobre irregularidades en la Corte de Constitucionalidad, no sólo en cuanto a la administración del expediente del caso en cuanto a retrasar el fallo; sino en cuanto a cambios inexplicables de ponentes y magistrados.
La columna de Bloomberg dice que Guatemala es un país maayoritariamente pobre; pero la realidad es que es un país de gente mayoritariamente pobre. Quizás si pensáramos en esos términos, serían más importantes las familias que llevaban pan a la mesa gracias a la minería, que los caprichos de la Pachamama y sus comparsas.