Visito el teatro al aire libre y sus inmediaciones y también visito Iximché con frecuencia. Por eso es que me llamaron la atención estas noticias:
El escenario del Teatro al Aire Libre es un lugar en desuso y descuidado; el director del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias autorizó la restauración del lugar sin contar con el permiso del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala del Ministerio de Cultura y Deportes y ahora hay un nudo burocrático y sin duda un pulso de poder que tiene la obra paralizada.
Tres camiones de carga pesada ingresaron a Iximché. Pasaron entre los montículos precolombinos para descargar las estructuras metálicas y de madera que servirían para montar un escenario, el cual quedó a medias y con eso, la idea de Jimmy Morales de dar un discurso entre las ruinas, quedó frustrada. El mandatario tuvo que entregar en el área del parqueo los insumos para tejer a mujeres de 52 poblaciones. Supuestamente hubo daños intangibles porque Iximché es considerado uno de los lugares sagrados del país, por lo que tiene un fuerte valor cultural para grupos maas indígenas y ese tipo de acciones sólo muestran la falta de valor que hay hacia esos lugares.
Aparte del intríngulis burocrático, cosas como estas llevan a pensar, ¿a quién pertenece el pasado? Por eso les comparto la conferencia, en TEDxUFM, de Alberto Garín, que ilustra esta nota.