En la habitación de un hotel -y aún con su cordón umbilical- fue abandonada una recién nacida. La supuesta madre alquiló la habitación y dejó ahí a la bebé. Este caso se suma a otros, parecidos, de hace unos días.
Por eso me pareció importante la noticia de que ha aumentado la demanda de anticonceptivos*. Si la gente va a tener sexo, lo mejor es que usen anticonceptivos y así evitar embarazos no deseados. Hay gente que no quiere, o puede criar hijos y para ellos -si van a tener sexo- antes que abortar, o abandonar al bebé no deseado, e incluso al embrión, o feto no deseado, la mejor opción es evitar la concepción. Los métodos más buscados son los condones y las dosis inyectables y la ventaja de los primeros es que protegen contra enfermedades venéreas.
Cuando dar en adopción al hijo no deseado no es opción; porque la legislación y los burócratas casi fuerzan a las madres a quedarse con sus bebés y porque la legislación y los burócratas impiden que las madres arreglen una gestación sana para los hijos que no quieren (o no pueden) criar, para luego darlos en adopción, en esas condiciones no es extraño que haya mujeres que prefieran dejar abandonados a sus hijos. Ya sea en hoteles, o en lugares mucho, pero mucho peores.
Por eso es que deseo, ¡en serio!, que los llantos de los bebés que mueren de hambre y de frío -tirados por ahí, abandonados- les quiten el sueño a los promotores de la legislación antiadopciones y a las autoridades que podrían hacer algo por cambiarla, y no hacen nada.
La foto es de Publinews.
*La noticia está en la página 20 de Prensa Libre, del viernes 28, pero no la encontré en línea.