En el diario Prensa Libre fue publicada la queja de una señora porque a eso de las 4:00 p.m. el conductor de una camioneta no quiso parar donde ella tocó el timbre y lo hizo como tres cuadras más adelante.
La mujer en cuestión iba acompañada por dos niños pequeños y la afectada considera que es una grosería lo que hizo el piloto. Cuenta la denunciante que ya se quejó en la empresa de autobuses.
La nota es de marzo de 1980 cuando el hecho de que un camionetero no parara donde corresponde no sólo era una grosería, sino que era motivo de una nota periodística. ¿Te imaginas si los abusos de los camioneteros fueran noticia en julio de 2010?
Cuando yo viajaba en camioneta, en los 70 y 80, no te miento, había normas básicas de urbanidad entre los choferes y los clientes, así como entre los clientes y los pilotos, y entre los usurarios mismos.
O tempora, O mores.
Tiempos esos, por un lado llenarías cientos de páginas, y por otro no habría espacio para los asesinados y los casos de corrupción. Como que en todo lo que concierne al estado estamos peor.