A los pipoldermos les llueven donaciones; pero ese dinero que les regalan está agarrando moho y no llega a donde debería llegar…y menos les llega a los más vulnerables. ¿Leíste que Q355 millones de donaciones están sin uso? ¿Leíste que sólo han podido ejecutar 17% de los fondos recibidos? ¿Leíste que hay dinero para construirles casas a las víctimas de El Cambray; pero que los pipoldermos tienen estancado el proyecto? Por cierto…esos eran fondos de emergencia. ¿Qué tal si no hubieran sido de emergencia?
El dinero que otros gobiernos, o que organismos internacionales le da a los pipoldermos para sus proyectos políticos es otra fuente de desperdicio. Toma en cuenta, por cierto, que -para más INRI- aquellos fondos son tomados por la fuerza de tributarios de otros países. ¿Sabrán, esto, los expoliados en los países donantes?
Es cierto que muchos de esos donativos son para satisfacer intereses particulares y para proyectos de carácter más político que otra cosa; pero dime si no es una canallada eso de que, habíendo dinero para las casas de la gente del Cambray, todavía y a estas alturas, el proyecto esté parado. Durante esta administración la ejecución de donaciones ha sido la más baja en 12 años.
Por si hacía falta se confirma que darles dinero a los políticos y funcionarios, para atender intereses particulares, e incluso intereses colectivos, generalmente es la peor opción porque, cuando no se los roban los desperdician y maladministran.
La foto es por Carlos Sebastian, de Prensa Libre.
Mejor que nos donen obra, como nuestros amigos de Taiwan, o jornadas médicas como muchas iglesias y asociaciones de EEUU, porque aquí hasta las medicinas donadas se dejan perder