Anoche vimos así la erupción del volcán de Fuego. A simple vista se veían las columnas incandescentes; y con los binoculares uno puede ver detalles de las explosiones de lava. Se ven, como chispas, los fragmentos de material ígneo.
Es un espectáculo sobrecogedor que uno es afortunado de ver a la distancia. De lejos se ven los toros, diría mi abuela Juanita; y como escribió mi cuata, Loren Lemus, desde La Antigua: Tumba que retetumba la tumba tumba… como es fiesta de carnaval, el volcán de fuego ha decidido deleitarnos con su cumbia de la tierra.
De paso el volcán Santiaguito también ha estado violento en esta semana.
Si quieres saber más de los volcanes de Guatemala te recomiendo esta conversación con el vulcanólogo extraordinaire, Sam Bonis.