Los linguini son hechos en casa, con tinta de sepias; y la salsa no puede ser más fácil: cubitos de lomo extremeño calentados en aceite de oliva a los que se les añadí buena crema, un toque de sal y paprika. Luego espolvoreados con queso paremesano rallado. ¿Y acompañados con qué? Con un aguacate espectacular y un buen tinto.
¡Como me gusta hacer la pasta en casa! Esta es la primera vez que la hago con tinta de sepias (gracias al buen consejo de mi cuate Luis Carlos); pero también la he hecho con chiles guaques, y con hojas de albahaca. Cuando la hago normal, me encanta su sabor a huevo y a aceite de oliva.