Un libanés de San Marcos

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El 14 de abril de 2009 Khalil Musa y su hija, Marjorie, fueron asesinados. Aquel empresario había dejado huella en la historia moderna de Guatemala por su trayectoria en el cultivo del café y en la industria textil. Lejos estaban, él y su familia, de imaginar que las historias tenebrosas de la impunidad y los intereses políticos más ruines iban a dejar huella en ellos…y en los guatemaltecos.

La vida de Musa merece ser retratada, conocida y celebrada; y una oportunidad para eso nos la ofrece su hija Aziza, en Un libanés de San Marcos. Con pluma cándida y amorosa, Aziza comparte con marquenses, chapines, libaneses y todos los inmigrantes hispanohablantes la historia de un héroe y un pater familias.

Musa emigró de Líbano a Guatemala para trabajar como sólo saben hacerlo aquellos que entienden el valor del trabajo productivo. Prosperó. Fue secuestrado y torturado por la guerrilla y su empresa cayó chantajeada por la dirigencia sindical irresponsable. Pero Musa la levantó y salió adelante. Aziza nos lleva de la mano por aquellas historias con gentileza y encanto, a pesar del drama.

Musa amaba a Guatemala y seguramente ese nacionalismo (así como su amor al café) lo animó a involucrarse en organizaciones que nacieron y crecen al amparo de la política. Sospecho que para él, como para la mayoría de la gente, fue muy difícil separar el estado y a la política de intereses, de lo que podríamos llamar un ánimo de contribuir al bien común. El libro de Aziza es la mirada de una hija hacia el mundo hediondo de la política de intereses y de la manipulación. Y el capítulo del asesinato te va a dar escalofríos.

Aquellos estremecimientos empeoran porque los asesinatos de Musa y de Marjorie se enlazan con el misterioso asesinato de Rodrigo Rosenberg. Aquellos crímenes atrajeron la atención inmediata de la CICIG de Castresana y la del Ministerio Público, sólo para caer en la vorágine oscura del poder, a la que Aziza nos acerca desde la perspectiva de una hija que no sólo vio el cuerpo de su padre –y el de su hermana– perforados por balas; sino que enfrenta la impunidad, y la pusilanimidad de los Gollum de nuestros tiempos.

Columna publicada en El periódico.

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4 comments

  1. Geraldine Pearse

    Otro de los múltiples crímenes que se quedan sin resolver y que a nadie parece importarle semejante tragedia.

  2. Ricky Lorenzana

    porque ese ESPANTOSO acontecimiento sucedió hace mucho tiempo, pareciera que aquellos que está OBLIGADOS investigarlo y esclarecerlo… pues, les importa “un pito” QUE DESGRACIAS!!!!

  3. Lázaro Chacón

    Y nos quieren convencer del gran trabajo de la anterior fiscal y de la CICIG, que esperamos que no siga, y que otros países no caigan en el mismo engaño

  4. […] CICIG necesitaba aparentar que no es un ñaque -a pesar de sus múltiples fracasos ominosos, como el caso del asesinato de Khalil Musa y su hija […]