Visita al zoológico La aurora

Haz clic en la foto para ver más fotos

Quienes visitan este espacio con frecuencia saben que una de las cosas que más me gusta hacer es mostrarles la vida en la ciudad de Guatemala a visitantes extranjeros.  El paseo suele comenzar en lo que queda del antiguo Fuerte de San José, en el Centro Cultural Miguel Angel Asturias porque desde ahí hay una vista buenísima del Centro Histórico y del Centro Cívico, porque se puede ver el contraste entre la parte vieja de la ciudad y la parte nueva y porque se ven los volcanes.  Además el lugar es hermoso.

Luego paseamos por la Sexta Avenida del Centro Histórico, entramos al Pasaje Rubio, y llegamos a la Plaza de la Constitución. Todo aquello acompañado por anécdotas e historias.  Niños y adultos gozan dándoles de comer a las palomas (aunque sean las ratas del aire) y gozan con los merolicos del lugar.

Me encanta llevar a la gente al Mercado Central para comer tortitas de yuca y otras delicias donde doña Mela -y donde Carmen siempre nos recibe cariñosamente- y me encanta mostrarles a los visitantes las frutas y verduras que no conocen en sus lugares de origen, así como los dulces típicos.

Algunos aventureros quieren conocer cosas más audaces: una vez unos muchachos querían ver criadillas; y  otra vez llevé a una pareja a un supermercado, porque querían ver qué productos hay y qué compra la gente.  Más de un grupo ha querido ver La limonada y la semana pasada llevé a una familia al basurero de la zona 3.  No pudimos entrar; pero tuvieron una idea.

Con esta misma familia fui al zoológico La aurora ayer, martes.  Como siempre fue una experiencia muy agradable ya que le zoo está bien cuidado y los animales se ven sanos.  ¡Conocí a los pingüinos!  Los niños, Liza y Will, se divirtieron mucho y yo agradezco mucho que hayan tenido el detalle de enviarme un dibujo de agradecimiento por el paseo.

Yo siempre gozo con la majestuosidad de los grandes felinos como el jaguar, el tigre, el león y el puma.  El elefante, que estaba escondido, salió para dar un breve paseo.  Vi una ranita azul que me dejó impresionado y que no pude fotografiar bien.  Los osos, con sus patas pegadas a la pared fría para refrescarse, me recordaron que mi tía Michelle, me enseñó a bajar los pies y ponerlos en el suelo para refrescarme en las noches calientes de marzo y abril.  La pitón, la zumbadora, y otras culebras siempre me dejan pasmado.  Los hipopótamos, en su enormidad, me parecieron muy graciosos.

A pesar de que era martes, el lugar estaba lleno de familias y de niños de escuelas.  ¡Hubo una pequeña cola para entrar!  Si no has ido al zoo, ahí te encargo.  Es un buen paseo para ir en familia, e incluso para ir sólo un día de esos en que necesites estar contigo mismo y pensar en un lugar agradable.

Comments

comments

1 comment

  1. Geraldine Pearse

    Es muy lindo el zoológico ahora. Me recuerdo de aquel lugar apestoso y deprimente cuando estaba en manos del gobierno.