Según las encuestas y predicciones el ex guerrillero y oficialista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional iba a ganar cómodamente las elecciones presidenciales en El Salvador, pero ahí estuvo que no. Ayer, los salvadoreños sorpendieron a los analistas y observadores…, sorpendieron a sus vecinos y se sorprendieron a sí mismos. Hasta hace un rato la diferencia de votos entre el FMLN y el opositor Arena, es de sólo unos 6,000 votos. Los primeros datos indican que el FML obtuvo 50.1% de los votos; y Arena consiguió 49.9% de los sufragios. Eso es una diferencia de 0.02%.
Voy a atreverme a especular que cabe la posibilidad de que lo que está ocurriendo en Venezuela tuvo algo que ver con que los cheros no hayan acudido masivamente y con entusiasmo a elegir un gobierno que comparte el árbol genealógico del régimen de Nicolás Maduro. Voy a ser más audaz y voy a expresar que la derrota electoral que recién sufrió Rafael Correa en Ecuador, los hechos de violencia en Venezuela, el No que recibieron los Zelaya en Honduras y el bajón de moto que recibió el FMLN en El Salvador son signos de los tiempos. ¿Es posible que los latinoamericanos estén aprendiendo algo de la Historia?
Si se confirma que la ex guerrilla volvió a ganar las elecciones en El Salvador, sus apologistas van a decir que no fue un bajón de moto y que ganar es ganar. Pero la verdad es que ganar con un margen de 6,000 votos es una victoria precaria que van a tener que manejar con mucho buen tino. Si ganar unas elecciones no es recibir un cheque en blanco (aunque los fanáticos de la democrácia así lo suelan interpretar), ganarlas con un margen ínfimo lo es menos. La victoria eventual del FMLN es algo pírrica y servirá de experimento para ver cómo reaccionan los socialistas cuando están en esas circunstancias.
La oposición salvadoreña también podría aprender algunas lecciones. La primera es que ya no pueden seguir siendo la derecha clientelista y oportunista. Hacen falta principios y hace falta que sean ejemplares. El populismo y el socialismo no se combaten con más populismo y con tibieza. Hacen falta compromiso con los principios, determinación y medidas radicales para devolverles a las personas libertad y las posibilidades de prosperar al amparo de las leyes y de la justicia igual para todos. Los opositores en otras latitudes también pueden explorar estas lecciones.
Sería muy bueno que hubieran puesto sus barbas en remojo los salvadoreños. Me pareció muy irresponsable y violento el candidato de Arena hablando de fraude antes de que terminaran el conteo.