En 1999 Albert Gore, vicepresidente de los Estados Unidos de América dijo During my service in the United States Congress, I took the initiative in creating the Internet. Gore fue el blanco de todo tipo de mofas, befas y escarnios porque pareció como que hubiera dicho que él había creado la Internet. A Gore lo definen dos circunstancias desafortunadas: ese gazapo y la gran estafa del calentamiento global vinculada a su enorme huella de carbono.
Pero no nos distraigamos con el clima y el carbono; y volvamos a la Internet. El jueves pasado Jorge Mario Bergoglio aseguró que la Internet es un don de dios.
La audaz y sorpresiva afirmación de Bergoglio no sólo desmiente la de Gore (sarcasmo); sino que contradicen toda la Historia de la Internet tal y como la conocemos. Adiós Arpanet y adiós a las universidades involucradas; adiós a Vincent Cerf, a Bob Kahn, a Leonard Kleinrock, a Lawrence Roberts y a los otros (otro sarcasmo).
Es un don de dios, Bergoglio dixit.
Y el ZACAPA CENTENARIO obra de quién será?
Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios”,
no soy defensor de este admirador de la teología de la liberación, pero si estas son las palabras textuales, se puede iterpretar que el encuentro y la solidaridad son dones de Dios.