Esto es ejemplar y los guatemaltecos ya podríamos ir aprendiendo: Restaurantes, gimnasios y locales comerciales de Asunción, Paraguay, se unieron para prohibirles el ingreso a los senadores que votaron recientemente contra el desafuero de un parlamentario investigado por la justicia.
¿Qué tal si los comerciantes chapines hicieran lo mismo con los diputados que votan a favor de subir impuestos, con los que votan a favor de multiplicar y mantener los privilegios en el Presupuesto del Estado, o con los que se enriquecen a costa de los tributarios?
En la capital paraguaya, céntricos y frecuentados restaurantes decidieron hacer uso de su derecho de admisión para prohibir la entrada a sus locales de 23 congresistas. Uno de esos congresistas fue expulsado de una pizzería entre insultos y gritos de ¡Fuera, ladrón!
¡Eso es dignidad ciudadana y lo demás son cuentos!
¿Habrá en Guatemala algún negocio que quiera dejar de facturar unos Q,5,000 o mas en una sola sentada, “solo” para demostrar dignidad? y hablo de una ida, cuando realmente sabemos que no van solo una vez y que este tipo de “clientes” son los que mantienen en pie a muchos restaurantes y negocios y no solo por lo que consumen, sino por los privilegios que reciben.
Para lograr lo mismo que sucede en Paraguay, se necesitaría que los ciudadanos tuvieran ideales y principios y estar dispuestos a defenderlos. Nada de eso sucede en Guatemala.
De acuerdo Luis, pero eso lo hacen otros pueblos dignos y valientes. Los guatemaltecos, con las excepciones del caso, “mejor no nos metemos porque nos puede pasar algo”. ¿O no decimos así todo el tiempo?
Estoy de acuerdo con los comentarios anteriores. Además “nos da pena.”