Noviembre es el mes de los celajes y de los atardeceres alucinantes en Guatemala. A veces son dorados, brillantes y encendidos; pero otras son así…oscuros, misteriosos, algo tenebrosos. El de ayer fue de estos últimos y con la cámara traté de captar sus matices.
Gracias por compartir esas fotos tan divinas. Eso sí es una bella realidad nacional, como tantas otras.