¿Quién me dio los ricos días hoy? Pues este zopilote que espero que no haya venido a por mí. En primer lugar porque no estoy como para entregar el equipo; y, en segundo lugar, porque sólo faltan 5 días para mi cumpleaños.
De cualquier manera, el zopilote me recordó algo que ya he contado en este espacio y que a mí me causa mucha gracia: Una zopilota, con dos aplausos y un hombre adentro era la forma en que se pedía una sopa de frijoles, con dos tortillas y un huevo en un lugarcito que mispadres frecuentaban en San José, Costa Rica, a principios de los 60.
También me acordé de que mi tía abuela, La Mamita, cantaba algo que iba así: Ya murió la cucaracha,/ ya la llevan a enterrar./ Entre cuatro zopilotes/ y un hermoso gavilán. Y, finalmente, los zopilotes también sirven para piropos…aunque no sean piropos muy agradables. Mi padre contaba de uno , apropiado para una chica vestida de negro, que decía: Adiós zopilotío lindo, aquí está tu chucho muerto.
Ya ves…algo se saca de la visita tempranera de una de estas aves.
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This entry was posted on jueves, septiembre 12th, 2013 at 2:03 pm and is filed under animales, humor.
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