La neblina que cubre el valle de la ciudad de Guatemala -y que se ve detrás de mi cactus- anuncia que hoy será un día de sol brillante y de calor. ¡Que así sea! Luego de que ayer en la tarde y en la noche llovió a cántaros, cae sabroso un día soleado.
Dicho lo anterior, ¡cómo me gustan las gotas de rocío en las espinas de esta planta!