Esta foto me gusta mucho porque captura la luz dorada que es tan característica de los atardeceres de esta época del año en Guatemala. Y la luz, reflejada en la pared, se combina muy bien con la pieza de mayolica antigueña.
En las tardes, la luz dorada entra a la sala de mi casa y produce efectos maravillosos en los colores y las texturas. Me da mucha alegría y asombro este tipo de luz.