¡Ay caray!, que cosa mas rica. Hoy almorzamos piloyes con carne de cerdo, acompañados con crema y arroz. Los piloyes con cerdo estuvieron magníficos, con una salsa sedosa e intensa que evoca poyos y fuego, cocinas con ollas de barro y paletas de madera, comal y piedra de moler. Que evoca crema recién traída de la Costa. Que evoca manos cocineras que no pueden sino ser tomadas en serio y con respeto.