El sábado fue día de mole

El sábado hubo mole de plátanos en casa, gracias a mi amiga -Elsa- que sabe que acá nos encantan los moles salados y dulces…y que es un amor.

Este estaba delicioso.  Untuoso.  Endulzado sólo con el chocolate, y con el mejor chocolate.  Los plátanos en su punto y con el toque de picante perfecto.  ¡Que dicha!

En  casa tenemos una historia divertida, de una vez que invitamos a unos amigos extranjeros a cenar mole de pato. En esta ocasión, en el menú decía Duck mole; y una de nuestras invitadas -de habla inglesa- pensó que la cena era lunares de pato  . Y durante unos 15 minutos, entre el momento en el que vió el menú y yo lo expliqué, se angustió tratando de resolver: ¿Cómo le explico a Luis que por ¡ningún motivo! voy a comer lunares de pato?

Claro que la culpa fue mía por no haberle puesto comillas a la palabra mole, o por no haber puesto Duck in “mole”.

Je je.

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