La semana pasada recibí un correo electrónico en el que se me avisaba que mi pasaporte estadounidense -que yo supuestamente había solicitado- ya estaba disponible en la embajada de los Estados Unidos de América…en Pekín. ¡Hazme el favor! Y bueno…como yo no he solicitado ese documento; y sospecho que si lo hubiera hecho no me lo dejarían en Pekín, ¿adivinen qué? Supuse que es alguna forma de estafa, o que algún tipo de virus me mandó un correo que no era para mí. Ni siquiera se me ocurrió abrir el enlace que se supone que debería abrir para continuar el proceso administrativo. Je je.
A los dos días recibí otro correo en el que -supuestamente- Western Union tenía, para mí, ¡£800,000.00!; y lo único que tenía que hacer es comunicarme con James Barry en western-uniondept006@hotmail.co.uk Y como me dijo Cándido, mientras cortaba un pedacito de su chilaquila, ¡Pilas, pues; ni siquiera lo envían de un Gmail, todavía usan Hotmail!
Digo: ¿Habrá personas que caen en este tipo de timos? Y yo mismo me contesto: Seguramente que sí.
Ahora que leo que están circulando correos electrónicos y mensajitos con el propósito de que los clientes de los bancos ingresen sus datos en un sitio Web falso para después usar esos datos y vaciar las cuentas de los incautos, por favor acuérdate: Los gringos no te dejan tu pasaporte en Tombuctú; tu banco no te escribe desde una cuenta de Hotmail; Bill Gates puede que ni se acuerde de tí, y seguramente no te regale nada; las niñas que están muriendo de cáncer y necesitan dinero no tienen 5 años de edad ¡durante 17 años!, No es posible que te ganes una lotería si no has comprado un número, ¿Qué funcionario corrupto, de Nigeria, confiaría en tí para depositar el fruto de su saqueo?