In illo tempore, y siguiendo las costumbres españolas, los chapines tomaban anís. Lo que los guatemaltecos le ofrecían a las visitas era anís, o jeréz. Cuando Guatemala se afrancesó, a mediados del siglo XVIII y principios del XX, se abandonaron aquellas bebidas y fueron sustituidas por el más fashionable cognac. Otra gran revolución ocurrió a mediados del siglo XX cuando la II Guerra Mundial trajo soldados y costumbres estadounidenses, por lo que la bebida de moda pasó a ser el whisky; aunque en los hogares también se ofrecía el más humilde ron. Hasta antes de los años 90, casi nadie ofrecía vino; pero ahora el vino se ha establecido en la cultura chapina con entusiasmo.
¿Será que estamos frente a otra revolución? ¿Qué toman los jóvenes, ahora? Toman Quetzalteca con rosa de Jamaica mezclada con Jägermeister, seguida de Red Bull.