A ver, por favor explíquenme ustedes: Si Alvaro Santa Clos Colom no dijo lo que el embajador James Derham dice que dijo, según WikiLeaks, ¿por qué es que el Presidente se tenía que disculpar con Rigoberta Menchú? Uno pide disculpas por errores que comete, o por las cosas malas que hace; pero: ¿por qué habría uno de pedir disculpas por lo que no ha hecho?
Otro detalle que demanda algún tipo de explicación es el porqué es que Rigoberta Menchú cree que decir que ella es una fabricación es una falta de respeto y de educación. Ya en su libro Rigoberta Menchú and the Story of All Poor Guatemalans, David Stoll había demostrado lo que afirmó Santa Clos.
Mientras que Colom supone que James Derham malinterpretó algo que él le hubiera dicho y está haciendo como si el asunto no tiene mayor importancia; Menchú sí está enojada con el Presidente. Le dijo mentiroso, le colgó el sambenito de colonizador y lo comparó con el pobre de Cristobal Colón que no tiene nada que ver y lo acusó de tener doble moral.
Menchú está en nada cuando dijo que lo que supuestamente dijo Santa Clos no sólo es una ofensa para ella, sino para toda la comunidad indígena. Lo cierto, sin embargo, es que por Rigoberta Menchú, cuando fué candidata presidencial, ni los de su pueblo votaron por ella. En Quiché, Menchú sólo consiguió 2.83% de los votos válidos. En Uspantán, el total que alcanzado por ella ascendió a 2.78% de los sufragios válidos. En Alta Verapaz, Sololá y Totonicapán, que como Quiché son indígenas en su mayoría, Menchú obtuvo 3.22%, 5.05% y 7.95% de los votos válidos, respectivamente. ¡Nunca obtuvo una porcentaje de dos dígitos en los departamentos indígenas.
Esto, por cierto, me recuerda que en mi curso de Partidos Políticos, cuando yo estudiaba Ciencias Políticas en la Universidad Rafael Landívar, leímos un estudio acerca del Partido Indigenista que se había tratado de formar a finales de los años 60 ó principios de los años 70. En ese documento, que me gustaría encontrar de nuevo, se exponía la hipótesis de que aquel partido fracasó por las diferencias profundas e irreconciliables que había entre los distintos grupos políticos indígenas. Cosa que coincide con algo que supuestamente le dijo el Presidente al Embajador.
Santa Clos dice que no les pone mucha atención a los WikiLeaks; pero lo cierto es que este último lo dejó muy mal parado, sobre todo porque se supone que es sacerdote maya, aunque ya casi no presuma de eso como lo hacía antes.
Estimado Luis: La Licda. Menchú ha cometido muchos errores a lo largo de su carrera política y espero que eventualmente haya aprendido de los mismos para superar la derrota (que tan fácil es de señalar). Por lo menos tiene el valor de enfrentar la adversidad, no como usted y el resto del Tea Party guatemalteco que intentó dar un golpe de estado “constitucional” al sistema social y político nacional y llevarnos a la utopia que sólo Ayn Rand pudo imaginar y que ni el CACIF (que sí hacen economía real y “capitalismo real”), se tragó. Por favor, lea otra cosa que no sea objetivismo o por lo menos no lea todo a la luz del objetivismo; de mi parte, por lo menos he leido algo de los autores de la escuela austriaca, no me he quedado en Marx como algunos dogmáticos.
Esas declaraciones serían la primera vez que estoy de acuerdo con Colom! Naturalmente que el blandengue tenía que retractarse porque vive de la opinión internacional.
En efecto, Menchú es una creación de unos activistas extranjeros que vinieron a buscar una protagonista para su cuento anticolonialista. Las mentiras de su “autobiografía” están ampliamente documentadas, especialmente por la investigación de David Stoll.
Ahora Menchú tomó su rol como rostro del indígena oprimido muy en serio, y se ha vuelto como la Al Sharpton chapina: una charlatana que todo lo transforma a una controversia sobre el racismo. Así que si recibe crítica de cualquier índole la pinta como racismo y una ofensa contra “su pueblo”, aunque a “su pueblo” en realidad le venga del norte lo que haga o diga Menchú.