El presidente Ricardo Martinelli, de Panamá, y otros actores, le pidieron a la embajada de los Estados Unidos de América que el sistema de escuchas telefónicas que se usa en la guerra perdida contra las drogas también pudiera ser usado contra oponentes políticos. A la representación diplomática no le gustó la idea; pero lo pone a uno a pensar.
En donde se pueda y cuando se pueda, de plano que los políticos en el poder usan su capacidad de violar los derechos individuales de las personas -opositores, o no- para su propio beneficio. Y la guerra perdida contra las drogas les da, a aquellos políticos, las herramientas legales y la tecnología para pasar sobre los derechos de las personas -involucradas, o no en actividades como el narcotráfico-.
Ocurrió en Colombia y en Panamá. ¿En dónde más hay sistemas complejos de escuchas telefónicas que son usados con propósitos políticos?