Ahí muy discreta, en la página 8 de la Prensa Libre de ayer, está la nota que cuenta que la representante de las reinas indígenas le pidieron al Congreso Q17 millones para construir un centro cultural.
¡Mis cielas!, están viendo que la Administración supuestamente no tiene dinero para seguridad, justicia, salud y educación, ¡y ellas quieren Q17 millones! para su centro cultural. Este es otro de esos casos en los que un grupo de interés particular pretende que los políticos les asignen una tajada del dinero que toman de los tributarios. ¿Sabrán, las reinas, que los recursos son escasos? ¿Sabrán, las reinas, que el dinero que se usaría para su centro cultural no se usaría para combatir a la inseguridad y a la impunidad, o que no se usaría en hospitales y escuelas? ¿Qué opinarán, las reinas, con respecto a tomar dinero ajeno por la fuerza para destinarlo a propósitos que sus legítimos propietarios no elegirían voluntaria y pacíficamente? ¿Sabrán, mis cielas, cuánto es Q17 millones y cuántos niños podrían no morir de diarrea y deshidratación con ese dinero?
Las reinas estas están como los
aficionados al cine que quieren que los tributarios les paguemos su
hobby; y están como los cantantes, que quieren
obligar a las empresas a que usen sus servicios.
Todos estos buscadores de rentas parasitarias son gorrones que creen que sus intereses particulares deben prevalecer sobre el interés de todos.
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This entry was posted on domingo, agosto 29th, 2010 at 10:20 am and is filed under abusos, privilegios.
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Luis, agregue a los deportistas federados que quieren que el gobierno pague por su afición. Y que conste que mis hijos han sido atletas seleccionados nacionales, y no he aceptado que la federación pague por su entrenador, viajes y otros.Guillermo Galindo