Digamos, por hacer el ejercicio, que tu presides una administración que casi todos los días genera noticias de corrupción, de mala administración, de desperdicio y de otros actos parecidos. Digamos que un día de estos ves preso a un predecesor tuyo -cuya administración se caracterizaba por su corrupción, la mala administración, el desperdicio, y otros actos parecidos-. Digamos que ves que no lo van a juzgar aquí donde tus conectes, tus palancas y tus cómplices podrían protegerte contra la justicia; sino que se lo van a llevar a donde sus influencias serán irrelevantes.
Tu, ¿qué harías? ¿Cómo tratarías de garantizar que eso no te va a pasar a tí, ni a tu familia, ni a tus cómplices?
¿Harías todo lo que fuera necesario para que el próximo fiscal general fuera incondicional de tu equipo?
¿Harías todo lo que fuera necesario para no perder el poder en los próximos comicios?
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Siglo Veintiuno.
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This entry was posted on viernes, enero 29th, 2010 at 1:48 pm and is filed under Alfonso Portillo, corrupción, Justicia.
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