No me he casado. Disfruta de tu soledad. Así dice una valla publicitaria que ha alborotado al conservadurismo chapín. La valla en cuestión, que se encuentra en la Calle Montufar, muestra a una mujer en una bañera y bueno…la verdad es que es ingeniosa y si uno se esfuerza bien podría pensar que la modelo se está masturbando. Pero claro, eso es más fácil de suponer si uno anda alerta y en ese canal.
Mi amigo Toño, por ejemplo, ve senos en lámparas, adornos, elementos arquitectónicos, y en cuanta cosa sea de forma semi esférica. Pero es que él anda en ese canal.
En tiempos victorianos, a los pianos se les cubrían las patas…porque parecían piernas. A
El Gato Viejo, Marco Augusto Quiroa, le criticaron mucho una valla que puso cuando era candidato a diputado, porque la imagen era la de
La Maja Desnuda; lo cual era algo ridículo y en
otras latitudes ese tipo de cosas se toman como vienen.
Hace años, cuando yo trabajaba en un diario, los de Ventas hicieron mucha bulla cuando el anuncio de ciertas cremas para cuerpo fue impugnado por un grupo de señoras que veían en un cuerpo femenino muy hermoso y sensual, algo pecaminoso, sucio e indigno.
¡Hay que tener cuidado con esa mentalidad gazmoña que ve micos aparejados! Y si de verdad hay lo que los mojigatos dicen que hay, ¿qué tal si dejamos un poco a un lado la moralina? Vea lo que se le ocurrió a Cándido:
– ¿Qué fue primero, la masturbación masculina o la femenina? Me pregunta, mientras se toma su Clam Chowder.
– No sé, le dije.
–La masculina, me contesta; porque la masculina es manual y la femenina es digital.
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This entry was posted on lunes, julio 6th, 2009 at 11:44 am and is filed under Cándido, humor, Marco Augusto Quiroa, publicidad, sexo.
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Cada quien ve lo que quiere ver, y lo que este en tu corazón y en tu mente será reflejo de sus resultados….
tan bonito que es el sexo en la publicidad, deberían de aprender porque eso si vende
Saludos, Luís.Muy simpática la ocurrencia de Cándido.
¿Doble moral?En realidad creo que el mayor temor de quienes se rasgan las vestiduras a la mínima provoación publicitaria, es darse cuenta de que sus más básicos instintos les hacen sacar a luz sus verdaderas reacciones naturales, que están acostumbrados a guardar, a reprimir y sobre todo a censurar.Si la percepción social de algo tan pequeño como una insinuación provocativa, no puede ser cuanto menos ruborizante, quiere decir que no estamos preparados siquiera para dar un paso hacia la libertad de expresión, nos convertimoes en simples borregos sin voluntad, sin criterio para digerir pequeñas dósis de irreverencia…Vamos, cosas tan pequeñas dejan en evidencia nuestra arraigada costumbre de avergonzarnos de nuestra propia naturaleza…Un saludo
La masturbación no es mala, la sociedad es la que la ve mal por todos los prejuicios que tiene.¿Hasta cuando aprenderemos?