Las cosas nunca están tan mal, que no puedan ponerse peor; y no es que hoy ande pesimista, es sólo que uno no puede, sino darse centa de aquello, cuando lee historias como la siguiente: A un hombre le cortaron los genitales porque no llevaba nada de valor para entregarle a sus asaltantes.
Ya les conté la historia de la señora a la que le dijeron que el teléfono que llevaba no parecía suyo y la del hombre al que agredieron porque llevaba un móvil barato, ¡pero esto ya no tiene nombre! Y tome usted nota de que es el segundo caso de esa naturaleza, en 48 horas.
¡Ouch!, dijo Cándido, mientras sostenía su taza de chocolate.
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This entry was posted on miércoles, abril 22nd, 2009 at 2:33 pm and is filed under criminalidad, delincuencia, inseguridad.
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Tiempos de guerra, mi estimado amigo. Insisto, vivimos en tiempos de guerra.
Por eso es que hay que tener huevos para vivir en Guatemala!