Durante la cumbre de Trinidad y Tobago, el socialista Daniel Orgtega se tomó 50 minutos (cuando sólo tenía 10) para echarse una diátriba de barricada contra los Estados Unidos de América. Uno puede estar de acuerdo, o no, con esa payasada al estilo de Chávez; pero a mí me llamó la atención otra cosa. ¿Qué comentó Obama cuándo le preguntaron acerca del discurso inflamado del sandinista? Que it was 50 minutes too long. ¡Zas! Yo digo que fue una salida elegante de Obama.
Pero ahí no queda todo. ¿Qué comentó la secretaria de estado, Hillary Clinton? Ella se hizo el quite y ofreció extendidos elogios para las presentaciones culturales y las danzas con las que fue inaugurada la reunión.
¿Sabe qué?, me dijo Cándido mientras refaccionaba 4 franceses con frijoles, queso duro y unas gotitas de chiltepe, a mí se me hace que esa doña y su jefe no tienen buena comunicación; que no le extrañe si dentro de un par de años ella zafa bulto y deja a Obama bien clavado. A mí se me hace que ella es de las que cuando las cosas se pongan mal, va a decir que no le hicieron caso y va a saltar del barco para preparar su propia campaña.
Elegante? ELEGANTE? La diatriba de Ortega fue un insulto a mi país, Ortega se comportó como un hombre sin clase ni educación, y Obama debería haberlo condenado, se hubiera retirado, no tenía por qué aguantar esas estupideces. La respuesta de Obama fue ofensiva para mí, porque no denunció las palabras de Ortega. Igual con el “regalo” que le dió Chávez con ese libro, que es un regalo envenenado. Yo no lo hubiera aceptado. Obama con su silencio ma ha dicho todo. Pero considerando las asociaciones radicales en su pasado, no me extraña que piensen igual. Al fin de cuentas, ambos son socialistas.
Ese Obama es un huevos tibios.No muestra la energía necesaria para dirigir a la nación mas poderosa del mundo y afrontar la crisis tan angustiosa por la que pasa.Sus acciones lo delatan.