Ser en la vida romero,
romero sólo que cruza siempre por caminos nuevos.
Ser en la vida romero,
sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo.
Ser en la vida romero, romero…, sólo romero.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo,
pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero.
.
Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo,
ni el tablado de la farsa, ni la losa de los templos
para que nunca recemos
como el sacristán los rezos,
ni como el cómico viejo
digamos los versos.
La mano ociosa es quien tiene más fino el tacto en los dedos,
decía el príncipe Hamlet, viendo
cómo cavaba una fosa y cantaba al mismo tiempo
un sepulturero.
No sabiendo los oficios los haremos con respeto.
.
Este es un fragmento del poema Romero sólo, de León Felipe. Ayer se lo oí declamar a mi amigo, Amable; y no me lo he podido sacar de la cabeza. Hoy amanecí con estos versos y pensé que era buena idea compartirlos.
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This entry was posted on jueves, abril 2nd, 2009 at 10:25 am and is filed under León Felipe, poesía.
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Me parece buenisimo, me gusto mucho.