Como “revolcados en el arroyo de la vida galante”, el sábado pasado celebramos la cena de
Como agua para chocolate, gracias a mi amigo Bert que cocinó y coordinó el evento, y a mi amiga Lissa que ofreció su casa.
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La casa de Lissa es como entrar a un sueño; y ahí estabamos, viendo la película citada y degustando tapas. Preparándonos para una cena epicúrea, que vino después en un ambiente onírico y absolutamente hedonista.
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La foto es de los chiles en nogada, que fueron la joya de la corona. Además, hubo una paella mexicana con chorizos hechos para la ocasión, granos de maíz asados y sazonados de forma maravillosa, ajos asados, tortillas de maíz azul (¿o negro?), y zuccini asados. Todo preparado en ollas de barro y en un poyo a la usanza vieja. De postre, ¡un flan memorable de calabaza y nueces de macadamia!
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¡Aaaaah!, como comimos rico. Contamos cada uno de los presentes nuestras “historias mexicanas” y ojalá que Bert escriba la suya, que fue la mejor. A mí me gustaría publicarla aquí. Por lo pronto, Bert ha ofrecido hacer la cena de
La fiesta de Babette; y eso amenaza con ser otro acontecimiento.
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Bert y Lissa se ganaron una ovación de pie.
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This entry was posted on martes, agosto 19th, 2008 at 10:00 pm and is filed under alimentos, películas.
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¡Puchis pero que banquete! ¡De seguro que comió rico Luisfi! ¡Hay me cuenta cuando lo inviten a ver las películas "Ratatouille" o "Willy Wonka & the Chocolate Factory"… jajajaja!