“Ante la situación que afronta nuestra sociedad, nunca fueron más oportunas las palabras de Ayn Rand en su novela La Rebelión del Atlas, publicada en 1950. “Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar —sin temor a equivocarse— que su sociedad está condenada”. Reflexionemos”.
Esta nota fue publicada por Fernando Castillo Herrarte, en Prensa Libre; y la reproduzco por atinada y porque menciona a mi filósofa favorita.
Cuando leí esa reflexión, inmediatamente pensé en la situación que atraviesa actualmente Guatemala, y como a veces pareciera que una especie de velo nos envolviera y cada vez nos envuelve mas y mas y no vemos salida por ningun lado.La esperanza es lo ultimo que se pierde dicen por alli, y espero que asi sea, porque aún tengo esperanza que podamos arreglar la situación, pero es una vana ilusión si pienso que muchas de las cartas las tiene un gobierno que no da pie con bola.Por cierto, le cuento que tuve ganas de leer “La rebelión de Atlas” desde que leí en su columna que era admirador de Ann Ryan. Tarde mucho tiempo en comprar el libro (Siempre habia otra cosa, o el presupuesto de ese mes no me alcanzaba, o simplemente me olvidaba del libro) pero al fin lo hice. Me tomo mas de 2 meses terminarlo (me ayudo a distraerme cuando mi papa falleció, me servia para enfocar mi mente en algo que no fuera la ausencia dolorosa que estaba sintiendo) y cuando lo finalicé estaba feliz de haber logrado leer el libro (1251 paginas) pero, curiosamente, sin poder compartir dicha emoción con nadie. Asi que ahora, abusando de su espacio, me alegra contarle que lo terminé. No estoy totalmente de acuerdo con ciertos aspectos, considero radical el planteamieto, pero deja una semilla dentro de uno sobre las posibilidades de una sociedad mas justa, mejor orientada. Creo que eso es lo importante del libro.
Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeh!! En la UFM hay un club de lectura de las obras de Rand, por si se anima. Nos reunimos los jueves a las 5:30 en la Biblioteca. Saludos