Una de las costumbres chapinas más despreciables es la de orinar en las vías públicas. Este meón se bajó de su automóvil y “se echó la araña” a gusto.
Hay lugares, como la 6a. Avenida “A” y 18 calle de la zona 1 que son verdaderos meaderos. La Muni ha tratado de resolver el asunto mediante la colocación de mingitorios en algunos lugares como la Avenida de la Reforma; pero en última instancia, la responsabilidad de no orinarse en calles, paredes, árboles y postes debería de ser de la gente.
Una de cal por una de arena…aqui en Egipto no ves a los hombres orinando en las calles, eso nos parecio muy bueno cuando llegamos, hay muuuuchos banos publicos y segun me a comentado mi esposo los mantienen limpios, pero lamentablemente tiran la basura en las calles, aqui les hace falta aquella campana de NO SEA COCHE. Saludos!Alejandra
Aqui la mara mea y ensucia como puede, cada quien de acuerdo con su creatividad personal para el mal.
Pues con eso de la creatividad, una vez vi a una señora con su hijo de unos 4-6 años y los puso a ser sus necesidades número dos a media calle. ¡Pero que cultura tiene la gente aquí! jajaja Y la Muni peor, en lugar de ver de que manera quita esa costumbre, ahora coloca lugares medio cerrados para que sigan orinando en la calle. Al menos ya no andan enseñando su chilin. La Muni ya debería implementar multas para los peatones.
en una ocacion oi “si los orines brillaran GuateÀmala se veria desde la luna”… y es cierto yo he visto a los pilotos y a los brochas bajarse a orinar en las llantas mientras un semaforo les da rojo….
Ja ja ja ja ja. (pero que triste)
Yo soy de EE.UU. y padecía de un trastorno mental por lo que mi psiquíatra me consejó que haga un viaje a Guatemala. Es que sufría del exceso de la verguenza del cuerpo, tan exagerado que hasta ni siquiera podía dejar que mis novias me vean desnudo, y todas me dejaban por causa de eso. Me recetó un medicamento que temporalmente quita la verguenza corporal hasta convertirle a uno en exhibicionista que quiere exhibir sus partes a personas del sexo opuesto, y me consejó que buscara a algunas mujeres o señoritas que se pongan de acuerdo de mirarme desnudarme, y aúnque se vuelve a sentir verguenza abrumadora después, haciendolo uno va acostumbrándose hasta curar el problema. Pero me aconsejó que lo haga en Guatemala, porque a veces durante los días cuando uno tome la medicina, el comportamiento se le pasa de repente, y en Guatemala no estaría en ningún peligro de acciónes policiales, porque allí sacarlo afuera para orinarse en la calle es legal y aceptado. Pues, lo hice, me fuí, y unas camareras del hotel se pusieron de acuerdo de mirarme en la habitación del hotel. Y como me dijo, a veces el deseo de exhibirme me tomó por sorpresa repentinamente cuando iba de paseo, y unas veces cuando unas señoritas iban pasando, fingía que tenía que orinar contra una pared, pero lo hice de tal ángulo que me veían. Se tapaban las bocas y se reían cuando lo veían. Eso pasó varias veces, y cada vez después casi me moría de verquenza cuando se agotó el efecto del medicamento. En mi pais, las señoritas se enojarían ferozmente, sacarían sus teléfonos celulares, llamarían a la policía, y la policía vendría corriendo, y se le meterían al ofensor entre rejas. Pero gracias a Uds en su pais, me quedé curado del trastorno. Quisiera saber qué piensan Uds de todo esto.