En Guatemala, cada año, casi 22 mujeres necesitan tratamiento médico por complicaciones causadas por abortos provocados, dice una noticia. Muchas mujeres acuden a métodos y a personas que sólo les causan fuertes hemorragias y daños en la matriz. Aquellos métodos incluyen introducción de sondas, perchas y varas de metal. Una mujer que no quiere tener a su hijo, acude hasta a poner en riesgo su propia vida para deshacerse del embrión. Esto no debería suceder y las mujeres deberían tener otras opciones.
Leo, también, que sectores interesados presionan para que el Congreso de la República se adhiera al Convenio de La Haya, véalo aquí, en inglés. Uno de los efectos de este convenio será que las adopciones tendrán que ser autorizadas sólo por jueces, para quitarlas, supuestamente, de las manos de los notarios. Yo pregunto: los jueces encargados, ¿serán el mismo tipo de juez que en Guatemala retrasa la justicia; falla con base en testigos falsos, o de dudosa credibilidad; y que constantemente estamos criticando por venales? Pregunto, también, ¿qué efecto tendrá ese cambio en las decisiones de las mujeres para las cuales dar un hijo en adopción es una opción frente al aborto?