Cuando uno cree que ya lo vio todo, el presidente Otto Pérez y su ministro de Gobernación Mauricio López salen a las calles a hacer el mejor oso de la temporada. Su salida por las calles de la ciudad -escoltados por un dispositivo de seguridad- es una burla a su calidad de mandatario y a su investidura. La máxima de gravitas, integritas et dignitas, propia de la república romana les es ajena a los pipoldermos. Pero peor aún, es una falta de respeto y una burla contra las miles y miles de personas que trabajan en moto, que se transportan a sus trabajos en moto y que todos los días corren riesgos en las calles inseguras.
Y…por cierto…¿notaste que Poncharello y Baker no iban en el carril derecho, sino en el del centro?
La foto la tomé de @maxsantacruz68