Si quieres enseñarles a los niños el valor del dinero, hazlo de manera simple, divertida y relevante, aconseja Lyne Strant, vicepresidente de Comunicaciones en la American Financial Services Association Education Foundation.
Me topé con unos consejos para enseñarles el valor del dinero a los niños gracias a un correo que me envió mi cuate Josué y creo que vale la pena compartirlos. Sin embargo, antes de entrar a los detalles valiosos, de este asunto práctico, es muy importante entender el valor filosófico del dinero. Y si a usted le interesan estas cosas, y no se conforma sólo con lo superficial, seguramente le gustará conocer el discurso de Francisco D´Anconia, sobre si el dinero es señal de vicio o de virtud (PDF).
Ahora sí, los consejos de Strant, tropicalizados.
Para niños de 10 años, o menos:
Cuente su dinero: los juegos de contar sirven para aprender matemáticas y sobre el dinero. Ilustre el valor de distintas denominaciones mediante el uso de monedas de verdad.
Juegue: juegue de tienda, o juegue Monopoly. Haga una tienda en su cocina y enséñeles a los niños a comprar.
Recorte cupones: cuando hay cupones disponibles recórtelos, ayude a los niños a sumar lo que economizan, deposite parte de lo economizado en una alcancía.
Mesada: Deles mesada. Empiece haciéndolo una vez a las semana. Su guía acerca de cómo administrar el dinero es más improtante que el dinero en sí. Mientras más jóvenes empiecen los chicos a aprender esto, mejor. Anímelos a ahorrar para perseguir objetivos de corto plazo que sean alcanzables.
Para chicos de 11 a 15 años:
Cuando los chicos llegan a esta edad, usted podrá detectar si tienen instintos para el dinero, o si necesitan de más ayuda. Si sus hijos caen en la segunda categoría, pruebe lo siguiente:
Trabaje en un presupuesto: ayudelos a elegir sus objetivos. Establezca reglas sobre qué cosas son admisibles y qué no. Ayúde a sus hijos a decidir y a elegir prioridades. Converse con ellos acerca de gastos inteligentes.
Busque ofertas: Anímelos a buscar ofertas en los diarios, quizás quiera probar si pueden hacerle el supermercado.
Negocie una mesada mayor: Pídales que hagan una lista de sus gastos, revíselos. Establezca prioridades, y qué es lo que quieren que cubra su mesada. Converse con ellos acerca de lo que gastan y de lo que ahorran.
Abran una cuenta de ahorros: Que ellos hagan el papeleo en el banco. Hagan un plan financiero que les permita perseguir algo que ellos realmente quieran en el largo plazo.
Hablen del plástico: Cuando use su tarjeta explíqueles que la usa ahora y que tendrá que pagarlo luego. Explíqueles que es una herramienta, y no una varita mágica. Explíqueles la diferencia entre tarjeta de débito y tarjeta de crédito. Hábleles del record crediticio y de lo que pasa si uno no paga en tiempo.
Para adolecentes de 16 a 18 años:
Atraiga su atención sobre cómo pueden conseguir una auto, o el aparato electrónico que desean.
Mejore su conocimiento tecnológico: Pídales a los chicos que le expliquen la tecnológía, aprenda de ellos y revisen los costos de las diferentes tecnologías y servicios.
Hágalos reponsables: Los privilegios tienen un precio. Si se sobrepasan en sus minutos de tiempo en el teléfono, o le abollan el guardafangos, deben pagar por ello.
A los mayores, deles acceso a una tarjeta de crédito: Establezca límites y examine con ellos los gastos, compárelos con sus presupuestos.