Hoy se cumplen 15 años de lo que se conoce como La tragedia del Mateo Flores. Hace tres lustros, ochenta y tres personas murieron y más de docientas resultaron heridas, en la noche trágica del 16 de octubre de 1996, como consecuencia de golpes severos y asfixia, generados por la aglomeración de gente dentro del Estadio Mateo Flores donde había poco más de 45 mil aficionados. Dicho estadio, por cierto, tiene una capacidad máxima de 40 mil.
Esa noche yo estaba en mis tareas de editor de la sección de Economía del diario Siglo 21 cuando en el radio que me acompañaba día y noche empecé a escuchar gritos. En ese tiempo, editores y reporteros usábamos radio y localizador. No usábamos teléfonos móviles, como es usual ahora, porque en aquellos entonces los móviles eran muy caros.
Como mí me molestaba mucho el ruido que hacían los radios yo mantenía el mío con el volumen verdaderamente bajo. Por eso fue que me llamó mucho la atención el griterío de esa noche. Reporteros y editores de Deportes y Nacionales estaban tratando de transmitir y entender lo que estaba pasando en el estadio; y recuerdo, muy bien, lo impresionantes que eran las voces de alarma que reportaban que la gente estaba siendo aplastada.