Mina dormida y sueños rotos

 

No sé qué fue más impresionante, si cuando se apagaron las luces y quedamos en la oscuridad total a quién sabe cuántos metros de la superficie de la tierra, cuando llegamos al área donde se halla la veta de plata, o cuando me di cuenta de que sobre mí había casi 500 metros de tierra y piedras.

Me refiero a que el domingo pasado visité la mina Escobal, en San Rafael las Flores, Santa Rosa a donde se llega por caminos encantadores. No fue solo una aventura bajo tierra, sino que fue una experiencia informativa y educativa.

¡Nos perdimos!

Como iba con Raúl y Lissa… por supuesto que pasó lo que tenía que pasar y tanto Waze como Google Maps nos llevaron no solo por el camino largo, sino por caminos equivocados. Si visitas Carpe Diem con frecuencia sabrás que eso nos ocurre en cada excursión que hacemos. Y no es que me queje, porque para mí eso es parte de la aventura y ya es un chiste. En un momento nos detuvimos a preguntarle por el camino a un muchacho y nos contestó: Sigan dos kilómetros y ahí está el desmadre. Cuando llegamos al desmadre era una población con tráfico y todo. Como nos acompañaban Francisco y Carrie para quienes el español no es su primer idioma, la palabra desmadre fue un éxito. Si visitas Carpe Diem con frecuencia, recordarás que en las excursiones que hacemos siempre hacemos hashtags de situaciones chistosas y absurdas que nos ocurren, así que el de este paseo es #esundesmadre.

Después de eso, perdidos y todo llegamos como 50 minutos más tarde que el resto de nuestros compañeros de paseo: los Wyld, los Fernández, los Edu y Elena.

Luego del desayuno en terrenos de la mina, Jennifer -nuestra anfitriona- y su equipo nos contaron acerca de la mina y de su triste historia, detenida por intereses mezquinos desde hace ocho años. Acto seguido nos explicaron los procesos de apertura de túneles y de extracción de la plata. También nos informaron acerca de los protocolos de seguridad para visitar el lugar.

Sábes qué fue emotivo, cuando puse la ficha con mi nombre en el registro de ingresos a la mina, como en la película October SkyNo pude sino pensar en quienes ya no pueden colgar su ficha porque perdieron sus trabajos y en quienes tuvieron que migrar como consecuencia dela interrupción de los trabajos en Escobal.

Seguridad y aventura

Cerrada y todo, la mina y los pocos trabajadores que están ahí para garantizar el mantenimiento de todo ese capital desperdiciado reciben visitas educativas. Fuimos provistos con botas, cascos, chalecos reflectivos y un dispositivo para respirar en caso de emergencia, así como otro dispositivo para geolocalización.

En pickups nos condujeron por las instalaciones hasta la entrada y fuimos bajando por los túneles, bajando, bajando y bajando hasta donde se encuentra la veta de plata y otros minerales. En el fondo sí se siente calor, pero no tanto como lo sentí en Semuc Champey y el ambiente es húmedo. En el fondo de la mina el equipo que nos acompañaba nos dio guantes y un martillo para que golpeáramos la mina y tuviéramos la experiencia de minar plata. Yo me distraje y terminé no usando el martillo, pero igual me encantó oír historias sobre la vida en la mina.

De regreso fue mi momento favorito: los vehículos se detuvieron, nos pidieron que apagáramos los teléfonos y todas las luces del túnel fueron apagadas. ¡Silencio y oscuridad totales durante unos segundos! ¡Chispas! Eso es una experiencia surrealista que, aunque yo ya había vivido en la mina Marlin, de San Marcos, volvió a ser algo impresionante, especial e inolvidable. Por cierto…Escobal está cerca de la falla de Jalpatagua, detalle chulo ahora que estamos en temporada de temblores. 

Capital y talentos despediciados

Al volver a la superficie visitamos la maquinaria espectacular necesaria para convertir piedras en los concentrados de zinc y plomo con plata que eran exportados cuando la mina funcionaba entre 2014 y 2017. El equipo que todavía trabaja en la mina se encarga de que todo esté listo para que, cuando al fin se les permita volver a operar, toda la maquinaria y equipo respondan como debe ser. Con todo y todo, ese proceso llevaría 9 meses para que la operación volviera a ser capaz de exportar. Mientras tanto, toneladas y toneladas de material que estaba listo para ser exportado se contamina y se estropea irremediablemente. Y a todo ese desperdicio se le añade el drama humano de los trabajadores que perdieron sus empleos, de los emprendedores que establecieron negocios porque prestarían servicios a la mina y a sus trabajadores… pero quebraron por el cierre, y el de una población que se quedó sin el mico y sin la montera.

La visita a Escobal terminó con un almuerzo sabroso en un restaurante local acompañados por Jennifer, Byron y otro miembro del equipo minero. Yo regresé con un sentimiento agridulce. Fascinado con la tecnología y la ciencia modernas involucradas en la minería -tan radicalmente distinta a la que estudié en mis clases de historia de Hispanoamérica-; pero triste por el desperdicio de capital, talento y recursos a causa de malas políticas y de intereses ruines.

@luisficarpediem

Inpresionante y educativa visita a la mina El Escobal #mina #mineria #escobal #plata #excursion #sanrafaellasflores #santarosa #alegre #geologia

♬ sonido original – Luis Figueroa

En última instancia, esta mina dormida es un recordatorio brutal: el progreso no se detiene por caprichos, sino que se ahoga en ellos, dejando atrás oportunidades perdidas que claman por un despertar urgente.

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