La versión final de la iniciativa de reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos propone que el financiamiento de los partidos por parte de los tributarios se dividiría en dos para los partidos nacionales: $5 serían entregadso para la vida partidaria en actividades permanentes y, $5 para la época de campaña. Supuestamente es porque parte de ese dinero debería servir para capacitacion…y yo sospecho que va a servir para que los dirigentes de los partidos se lleven de vacaciones a sus familas a Disney, para que cambien de automóvil, o para que amplíen sus casas.
La propuesta incluye la participación en la lista de postulación de candidatos a puestos de elección popular, en forma intercalada a mujeres y hombres. Las listas que no cumplan con ese requisito no serían inscritas; y lo que eso implica es que las personas ya no serán seleccionadas por sus capacidades como individuos, sino sólo por su sexo y para cumplir con las cuotas. Ya tu sospecharás que esto no contribuirá a la mejor calidad de los candidatos en los puestos de elección popular.
Además, se sugiere que el Tribunal Supremo Electoral contrate los tiempos publicitarios en radio, televisión y prensa. Ello implica que organizaciones políticas insignificantes, que no cuentan con apoyo electoral serían mantenidas vivas de forma artificial en los medios de comunicación.
Y, finalmente, la iniciativa prohibe las encuestas y estudios de opinón ocho días antes de los comisios. Con ello priva de información a los electores.
Nada de esto contribuye a una reforma que consolide el sistema republicano, que acabe con los privilegios, que fortalezca la facultad de elegir que tienen las personas, que opere en favor de los mandantes, y que aproveche el entusiasmo que la gente vuelca en las elecciones. No es una reforma para antes de que el descontento sea violencia.