¿Qué sienten los semilleros/raiceros de hueso colorado cuando se enteran de que Bernardo Arévalo ha aceptado que el Tío Sam se involucre en la crisis penitenciaria? ¿Qué sienten los compañeres que odian a los Estados Unidos de América cuando se enteran de que el FBI y otras agencias apoyarán directamente al gobierno de la primavera en tareas de seguridad, inteligencia y persecución del crimen organizado? ¿Qué que sienten. los que llevan tatuado en el corazón la frase Yankees go home, cuando se enteran de que el gobierno de Donald Trump resultará involucrado directamente en el control del sistema penitenciario y policial chapín?
No serán los gobiernos socialistas de España, Canadá ni Francia (por mencionar tres), sino que será el de la gorra roja con el lema Make America Great Again el que intentará sacarle las castañas del fuego a la administración Arévalo. Intentará, digo, porque Salamanca non da lo que natura non presta; y porque Puedes llevar un camello al agua, pero no se le puede obligar a que beba. ¿A qué me refiero? A que la primavera ya lleva 18 meses y si algo la ha caracterizado son la inacción y la ineptitud de niveles nunca antes vistos. Gobiernos y agencias extranjeras intentarán rescatar el proyecto semillero/raicero; pero con funcionarios y burócratas locales incapaces de decidir y de ejecutar —porque eso no era lo suyo antes de llegar al gobierno de puro chiripazo— sospecho que solo se elevarán los niveles de frustración.
Lo del FBI y otras agencias involucradas en la seguridad ciudadana luego de la evasión de 20 mareros, ¿significa que Bernardo Arévalo ya se resignó a que la abulia sea el signo que distinguirá a su administración en los libros de historia? ¿Es por eso que mejor delega en el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos la recuperación del Puerto Quetzal y del Puerto Santo Tomás de Castilla? ¿Es por eso que la UNOPS —donde es funcionario otro miembro de la dinastía Arévalo— está involucrada en la adquisición de medicinas para el Ministerio de Salud, en adquisiciones e infraestructura del IGSS, en la rehabilitación de escuelas para el Ministerio de Educación, en proyectos para el sector justicia, en proyectos sobre agua y saneamiento, y en el fortalecimiento de la capacidad recaudadora? ¡Vaya, qué montón de actividades para colaborar! ¿Es por eso que el supranacionalismo y la entrega a gobiernos extranjeros se extenderá ahora a seguridad e inteligencia?
Ya que Washington ha sido invitado a la mesa, ¿qué opinan los encargados de Guatemala, allá? Lo de los 20 mareros evadidos, ¿debería quedarse en las renuncias de tres altos funcionarios, o estos… y quienquiera más que esté involucrado deberían enfrentar responsabilidades penales si las hubiere?
En esa dirección, fueron notables los señalamientos que hizo el exviceministro de Seguridad en el Ministerio Público. Notables, y sospechosamente a la undécima hora: tráfico de personas en la ruta Esquipulas–Guatemala, cobros ilegales en cárceles y en la academia de la Policía Nacional Civil. Manejo irregular del sistema penitenciario. La posibilidad de que la evasión de los 20 mareros no fuera un accidente, sino el resultado de una colusión entre funcionarios. La posibilidad de que la Comisión Presidencial contra la Corrupción tuviera conocimiento de estos hechos, pero no haya actuado. Irregularidades en la Dirección General de Tránsito, tráfico de influencias en los ascensos dentro de la PNC, y anomalías en procesos de compras institucionales.
¿Ves? En Guatemala no vivimos una crisis, sino un SNAFU en las peores manos posibles. Haz clavito para que en los últimos días de octubre no haya un huracán, o una tormenta tropical. Haz clavito para que no sea el terremoto. Porque si los hubiera, en manos semilleras/raiceras, las tragedias serían de dimensiones astronómicas.
Y al final, ¿quién pagará el precio de esta dependencia externa y esta inacción interna? Los guatemaltecos de a pie, atrapados en un ciclo de promesas rotas y frustraciones acumuladas.


